18 abril, 2012

I love me


"There's a mess I need to clean up", she said and drank a cup of her wake up. "But first, let me take off all my make up. I'm done pleasin' everyone but me". With that, with soap, she got in the bath and washed away her dirty past. The one that blames and loves to object and make damn sure you never accept. Around her neck, a rosary, constantly wanting to believe. Of Marilyn, she would dream. "Anyone but me I want to be". Now she tries to live in bliss, the past and the future do not exist. Looks in the mirrors and tries to forgive, "I have so much" she reminds herself, "I'm free, so let's be and let me be". Her shadow-self still hangs around, it says "shut up, don't make a sound". A tree is not a tree until you plant the seeds into the ground. She sees herself in everything, in everyone, she does believe the past and the future are only dreams. "I once was blind and now I see. I love me".

"Hay una lío que necesito limpiar", ella dijo y tomó una taza de su despertar. "Pero primero, dejame sacarme todo mi maquillaje. Terminé complaciendo a todos, menos a mí". Con eso, con jabón, se metió en el baño y lavó su sucio pasado. Aquel que culpa y ama objetar y hace malditamente seguro que nunca aceptes. Alrededor de su cuello, un rosario, constantemente queriendo creer. Sobre Marilyn, ella soñaría. "Cualquiera menos yo quiero ser". Ahora trata de vivir en felicidad, el pasado y el futuro no existen. Se mira en los espejos y trata de perdonar, "tengo tanto..." se recuerda a sí misma, "soy libre, así que seamos y dejame ser". Su propia sombre aún se mantiene alrededor, dice "cállate, no hagas un sonido". Un árbol no es un árbol hasta que plantas las semillas en la tierra. Se mira a sí misma en todo, en todos, cree que el pasado y el futuro sólo son sueños. "Una vez estuve ciega y ahora veo. Me amo".

11 marzo, 2012

#miExBlog #1

Recopilación de posts de mi ex blog, que voy a ir publicando.
#1
_____________________________ 

Milonguera, bullanguera, que la va de alma de loca, la que con su risa alegre, vibrar hace el cabaret, la que lleva la alegría en los ojos y en la boca, la que siempre fue la reina de la farra y del placer. Todo el mundo te conoce de alocada y jaranera, todo el mundo dudaría lo que yo puedo jurar: que te he visto la otra noche parada ante una vidriera contemplando a una muñeca con deseos de llorar.

Te pregunté qué tenías y me respondiste: nada... pero advertí al verte tan turbada que era tu intento ocultarme la verdad. La sonrisa que tus labios dibujaban quedó helada y una imprevista lágrima traidora como una perla de tus ojos fue a rodar.

Quién creyera, milonguera, vos que siempre te reíste, y que siempre te burlaste de la pena y del dolor, ibas a mostrar la hilacha poniéndote seria y triste ante una pobre muñeca modestita, y sin valor. Yo te guardaré el secreto, no te aflijas, milonguita, por mí nunca sabrá nadie que has dejado de reír, y no vuelvas a mirar a la pobre muñequita que te recuerda una vida que ya no puedes vivir.

Ríe siempre, milonguera, bullanguera, casquivana para qué quieres amargar tu vida pensando en esas cosas que no pueden ser. Corre un velo a tu pasado, sé milonga, sé mundana, para que así los hombres no descubran tus amarguras, tus tristezas de mujer.

10 febrero, 2012

¿Por qué?

Cuando te preguntás por qué y no tenés respuesta no hay paz, te sentís caer al vacío. No hay pregunta que duela más que ‘¿por qué?’. Y necesitamos entender eso que nos inquieta, nos perturba, nos genera ansiedad.
No entender nos enmudece.
Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos por qué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad preguntándonos una y otra vez por qué, por qué. Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que necesita una respuesta urgente, esos por qué que desesperan. Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa.
Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… ¿o sí?.

01 diciembre, 2011

Comer, rezar, amar {II}

Esta mañana, después de pasar una hora sufriendo por los pensamientos que me venían a la cabeza, intenté meditar usando una idea nueva: la compasión. Le pedí a mi corazón que, por favor, le diera a mi alma una mayor generosidad a la hora de juzgar el funcionamiento de mi mente. En lugar de considerarme una fracasada, ¿no podía considerarme un ser humano más (y bastante normal, por cierto)? Los pensamientos afloraron como siempre -muy bien, así será- y después salieron los sentimientos reprimidos. Empecé a sentirme frustrada y a verme como una persona solitaria y amargada. Pero entonces brotó una enfurecida respuesta de las profundidades de mi corazón y me dije a mí misma: <<Esta vez no te voy a juzgar por pensar eso>>.
Mi mente intentó protestar, diciendo: <<Sí, pero eres una fracasada, una perdedora, y nunca llegarás a nada...>>.
Y, de repente, fue como si rugiera un león dentro de mi pecho, ahogando con su furia todos aquellos disparates. Una voz me bramó por dentro, una voz atronadora que no había oído en mi vida. Era tan potente -internamente, eternamente- que me tapé la boca con la mano por miedo a que si la abría y dejaba salir el sonido resquebrajaría los cimientos de todos los edificios de aquí a Detroit.
Y esto fue lo que bramó la voz:
¡No tienes ni la menor idea de lo fuerte que es mi amor!
El fuerte viento que acompañaba a esta frase desperdigó la basura negativa de mi mente; las ideas huyeron como pájaros y liebres y antílopes, largándose aterrorizadas. Y se hizo el silencio. Un silencio intenso, vibrante y estremecido. El león de la selva de mi corazón miró su apaciguado reino con aire satisfecho. Entonces se relamió, cerró sus ojos dorados y se durmió otra vez.
Comer, rezar, amar
Elizabeth Gilbert